martes, 25 de noviembre de 2008

aventurillas

Es de noche, hoy los viejos amigos se reuniran despues de mucho tiempo, no tengo ningun centavo, la verdad no me importa (yo siempre pongo y hasta aveces puedo jactarme que mi alcoholismo me a impulsado a poner yo solo todo el trago), me veo en el espejo, el pelo largo, alborotado, decuidado, una barba ya rasposa, un polito ofensivo y curioso,zapatillas viejas, me recuerdo a mis veintitatos años, camino porque no tengo otra forma de llegar y las monedas hoy no abundan,
Ni bien llego mi celular suena, par sorpresa mia no hay nadie (no me sorprendo, mis amigos siempren mandan a la mierda la puntualidad) - alo - esperame en el ovalo - ok.
Fui caminando al ovalo, en mi camino me cruzo con 2 rateros haciendo su oficio, un par de infelices peliando ¿a quien le importa?, yo siempre con mis manos en los bolsillos y hablando solo de cualquier cosa sin sentido a lo mejor estoy loco.
LLego al ovalo mi amigo me espera, le digo que no tengo ningun quinto solo mi buena facha y un poco de rock and roll -sube huevon, ya se que estas misio - sonrio y subimos a un taxi.
Fuimos a un lugar oscuro y feo a comprar un poco de coca -yo ya no inhalo pero esa vivencia me hizo sentir un adolecente loco, como antes como los viejos tiempos, no habia nada, el vendedor penso que quieriamos otro tipo de sustancias y pasta no consumimosn - ese huevon me entendio mal cuando le pedi un paco - es un vendedor inculto, un cachorro, le falat un poco de lengua popular.
Regresamos al ovalo donde nos encontramos, miraba las luces, siempre me han gustado las luces, me recuerdan nada en especial pero que me llenaba soy un idiota, al llegar vimos a los veinte de siempre con mucho ron, mucha hierva, mucha honestidad en unos cuerpos gordos y cansados, no miento cuando vi al otro lado de la banca a esos mismo veinte mas jovenes y mas demeciales que ahora, que vida para tan injusta , n o hay cambios, no hay proyecciones pero eso es lo mejor de todo que nadie a cambiado que se seguia siendo un hijo de puta, me embriague y le conte mis mejores chistes al repertorio y siempre uno o a dos les robaron mientras trataban de retornar a sus criptas respectivas, siempre huyndo del sol.

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