viernes, 10 de octubre de 2008

Blancanieves conmigo y sin los 7 enanitos

... Sábado en la noche, esperando que el licor no me haga daño, aun la cara no se me deforma, y todo es tan lucido para mi, mas bien me siento agitado, le pido a Cristian que me invite un cigarrillo, salgo con el la azotea para salir del bullicio de la gente, salir del humo, olvidarme por un momento de las risas y todo lo que me deprimiese. Prendo el cigarrillo y veo lo hermoso que puede ser la noche del horrible San Juan ... muchas luces, muchas historias.. apago el cigarrillo y aunque no quiera tengo que acercarme a mis amigos para poder contar historias del pasado, reírnos de nuestras estupideces, sé por el tiempo que el alcohol nos esta jugando una mala pasada felices o al menos sin preocupaciones. Ya tengo una hora bebiendo cerveza, Vodka y Wisky y siento la frente pesada, me veo en el espejo y la cara se me esta deformando, no hablo bien, y algunas putas me están viendo como no puedo evitar de hacer el ridículo, mi poca tenasidad me sirve para entrar al baño mirarme en el espejo, mojarme el rostro y acomodarme el cabello endurecido por el gel, una vez má, una cita necesaria con la coca poderosa, consoladora anesteciadora, un poco para cada fosa, toso, siento limpia mi nariz y mi garganta muy amarga, me veo mi rostro en el espejo -mucho mejor baby - salgo y veo a la misma gente que me deprime y necesito para que mis noches sean menos horribles, coca, cigarrillos, y licor ¿Hasta cuando?.
Pedro se me acerca y me empieza hablar de su viaje por Chile y de lo limpio que es ese país y yo dentro de mi decía si es tan limpia entonces porque chucha no te quedas ahí y me dejas de hinchar las pelotas con tus cojudas historias - si Pedro debe de ser hermosa - me largo de el, me siento un hipócrita (creo que ya me estoy acostumbrando a eso) ya no estoy mareado, estoy seguro tanto así que Raquel Mancheba me mira y me dice para comprar un Red Bull a la calle a las 3 y media de la madrugada , una sonrisa picara de aceptación, una acomodad a las gafas y a la calle, por hoy basta de felicidad, mierda a la con gente que quiero pero me hacen mal.
Salí de aquel hostal a las 7 de la noche del día Domingo, demasiado duro, demasiado triste y con una mujer insatisfecha. Aún me queda la cama de mi casa para poder pensar en otro maldito Sábado mas.

No hay comentarios: