Mucho frío para trabajar, pero escuchándolos me dan ganas de mandar a la mierda la voz de mando, escupir la cara de los amargados porque no hacen mas que joder, en este caso a mi, miro el reloj, ya falta poco para salir de este suplicio ir al bar de Arturo y libar un trago acompañado de la chica que la verdad ni va ni viene, más de lo mismo puede ser....
¿A quién le importa?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario